Comer Granadas sin que estalle la 3° guerra mundial en tu cocina
- javiburich
- 2 jun 2014
- 2 Min. de lectura
Esta fruta fue introducida por los árabes en España y durante la conquista fue exportada y expandida por américa hasta llegar a Chile. Su nombre en latín quiere decir “manzana con muchas semillas”.
Se da en el otoño y a diferencia de las frutas comunes la parte comestible son las semillas que están cubiertas de una pulpa jugosa de sabor agridulce. Aporta pocas calorías y tiene un alto contenido de agua.
Propiedades Nutricionales
Ácido Málico y Cítrico que potencia la acción de la vitamina C y actúa como antiséptico alcalinizando la orina protegiendo nuestro organismo de infecciones y favorece la eliminación del ácido úrico que produce la Gota.
Potasio, mineral necesario para transmitir los impulsos nerviosos y la actividad muscular normal, ayuda a mantener el equilibrio hidrosalino por su efecto diurético favoreciendo la eliminación de agua y sales a través de la orina.
Flavonoides, pigmentos de acción antioxidante, ayudan a frenar los procesos de envejecimiento y protege a las células de los efectos dañinos de los radicales libres.
Taninos, sustancias presentes en la corteza de la fruta (parte blanca) que producen sensación áspera al paladar y tienen propiedades astringentes y antiinflamatorias que actúan en la mucosa intestinal (conductos del tubo digestivo).
Técnica para extraer las semillas sin que exploten
Vas a necesitar: cuchillo, bol plástico grande, agua, colador.
Cortar la corona (parte superior) con un cuchillo y hacer cortes por fuera (cáscara) sin presionar mucho las semillas que están dentro, a lo largo dividiéndola en 4 o más partes iguales.
Llenar el bol con agua (de la llave a temperatura ambiente), sumerge la granada y déjala remojando por 2 a 3 minutos.
Bajo el agua con ambas manos presiona los cortes que habías marcado y ábrela. Siempre bajo el agua, vas separando las semillas de la corteza. Lo fácil es que las semillas se van al fondo y la cascara flota, eso hace más fácil retirarla.
Finalmente separa las semillas del resto con el colador y listo!!
Puedes comerlas solas, mezclarla con otras frutas, con yogurt y si eres más gourmet puedes probar agregándolas a tu ensalada, al arroz, quínoa o cous cous para dar color y un sabor agridulce a tus comidas.
También puedes guardarla en el refrigerador o congelador en un recipiente hermético.
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